jueves, 22 de septiembre de 2011

Mi primer sentimiento, amor- Parte 2

- Eres guapa y solo a simple vista veo que tienes un gran corazón, por eso me gustas- Riky miró su reloj-¡Son las nueve de la noche!

- ¿Tan tarde es ya?- pregunté preocupada.

- Si, te acompaño a casa ¿vale?- Riky cogio un abrigo y me acompañó a la puerta.

Las calles estaban desérticas. Sentía miedo. Riky me abrazó y seguimos caminando hasta mi casa. Cuando llegamos, sabía que mi madre me echaria un pequeño sermón, ya que no le había dicho donde había estado toda la tarde.

- Gracias por acompañarme ¿nos volveremos a ver?- pregunté emocionada. Esperaba un "si" como respuesta desde lo mas profundo de mi corazón.

- Eso mismo iba a decirte- Riky sonrió- ¿Te parece bien quedar mañana en la fuente que hay en el parque "El Corazón", sobre las once de la mañana y pasar el dia juntos?- sugirió.

-Si, a las once estaré por alli, yo llevo la comida- le di un beso en la mejilla y me despedi de él.

Cuando entré en casa, mi madre empezó a hacerme muchas preguntas: "¿Dónde has estado?" "¿Viniste sola?" "¿Estás bien?" y muchas más, que me cansé de escuchar y de responder.

Subí a mi habitación, me senté en la cama y me puse a pensar e Riky Su image se habia quedado totalmente grabada en mi mente. Me levanté, me desvestí y me dirigí a darme una ducha antes de irme a dormir.
Cuando por fin me estaba quedando dormida, miré por última vez, la preciosa luna k se veia por mi ventana.

"Mañana será un dia muy bonito" una sonrisa se coló en mi rostro y me limité a caer en un dulce sueño.

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A las nueve de la mañana, me desperté sin problemas y eso era muy raro. Mi madre o la pesada de mi hermana siempre tenían que estar despertándome, pero esta vez no.

"Tengo dos horas para prepararme" me dije bajando por las escaleras.

- Buenos dias, mamá.

- Buenos dias, hija,¿por qué te levantaste tan temprano? y lo mas raro ¿te despiertas sola?- preguntó mi madre con la ceja levantada.

- He quedado para ir al parque sobre las once- me limité a decir. Decirle a tu madre que vas a ir con un chico al parque todo el dia, daria tema de conversación. Eso me lo habia dicho mi hermana.

- ¿Volverás para comer?- preguntó.

- No, me llevaré algo que me prepare de aqui- sonreí.

- Como quieras, pero a la noche no vuelvas tarde- dijo mi madre saliendo de la cocina y dirigiéndose a la habitación de mi hermana.

En el momento bajó mi hermana a toda velocidad, que por poco no se cae.

- Tenemos cosas que hacer, mamá me a dicho que vas a salir- me cogió del brazo y me arrastró hasta su habitación- Primero la ropa- añadió.

- ¿Ropa?- dije extrañada- ya se que llevaré.

- De eso nada, la ropa te la escogeré yo, hermanita- me corrigió.

- Está bien...- bufé.

- Esto te quedará genial- dijo Keyla. Había puesto sobre la cama unos shorts negros, un top que siempre me habia gustado y unos zapatos con un poco de tacón.

- ¿Esa ropa? De ahí solo me gusta el top- me limité a decir.

- Pues te aguantas y te pondrás esto qye te he elegido- rió.

Empecé a vestirme y cuando terminé, me sentí algo incómoda, sobre todo por lo tacones.

"Odio los tacones" me dije.

-Estás preciosa- Mi hermana se puso a girarme- ahora el pelo.

- ¿Qué le pasa a mi pelo?- me molesté. Mi pelo era lo que más me gustaba.

- Vamos a lisartelo, te quedará mejor, te lo digo yo- dijo Keyla convencida de lo que decia.

De un cajón, mi hermana sacó una pequeña plancha para el pelo.

- ¿Mamá sabe que tienes eso ahi?- pregunté.

- No, ella piensa que vengo de la peluqueria- sonrió y luego me indicó a que me sentase.

- Ahora estate quieta o te quemaré- añadió al instante.

- ¡Ay..!

...

- ¡Ayyyy! ¡Ya! ¡Qué me estás quemando!

- ¡Deja de moverte!

"Esta me la pagarás" dije para mis adentros malhumorada.

- Ya está- dijo Keyla haciéndome levantar y ponerme delante del espejo.- Estás verdaderamente preciosa.

Me sonrojé, no me reconocía. La ropa que llevaba y mi nuevo peinado me llegaba hasta la mitad de la espalda.

- ¡Mamá, mira que guapa está Rina!- gritó Keyla desde el pasillo.

- ¡ya la veré cuando baje por la comida que le he preparado!- contestó mamá desde abajo.

- ¿Quieres maquillaje?- me preguntó Keyla.

- ¿¡Maquillaje!? ¿¡Pero tu me quieres MATAR!?- grité- ¡Si nisiquiera me reconozco!

- Esta bien, está bien, entonces estás lista- Keyla sonrió y bajamos con mi madre.

Cuando llegamos al final de las escaleras, mi madre me esperaba con una cesta y una dulce sonrisa en su rostro.

- Estás muy linda, hija, pero,¿y ese pelo?- preguntó sorprendida.

- Nada mamá, nada- dijimos Keyla y yo a la vez.Nos sonreimos y miré al reloj.

- ¡Ah! ¡son las diez y media!¡Me voy!- grité nerviosa- ¡Adios!

Salí corriendo, no quería llegar tarde. Queria verlo. Llegué al parque, miré el reloj y vi que eran las once menos diez.

"He llegado pronto" dije tomando aire.

Me senté en el borde de la fuente a esperar.

"Qué limpia esta el agua" sonrei.

Meti mi mano en el agua, vi mi reflejo en ella y por detrás apareció él. Giré mi cabeza hacia donde estaba él y me encontré con sus labios.

- Hola Rina- me dijo.

- ¡Hola!- saludé emocionada- eres puntual- añadi sonriente.

- Y tu lo eres demasiado- me devolvió la sonrisa.

- He traido algo de comer para después- le dije con la cesta en las manos.

- No tenias por qué haberte molestado- Riky me cogió la mano y me invitó a seguirle.

Paseamos por el parque, cogidos de la mano. Me sentía tan feliz. Mi corazón latia con fuerza. "¿Me estaría gustando Riky?"No lo sabia.

- ¿Quieres comer ya?- me preguntó gentilmente.

- Si,¿te parece bien sentarnos en aquel césped?- sugeri.

- Si, vamos.

Nos sentamos, colocamos la cesca y empezamos a comer. Mi madre cocinaba de maravilla, me encanta su comida. Cuando terminamos me entró un poco de sueño. Me tumbé un poco y me puse a descansar.

- ¿Puedo tumbarme a tu lado?- me preguntó vergonzoso.

- Si, claro ven.

Se tumbó a mi lado y sentí su cálido brazo rodeándome. Apoyé mi cabeza sobre su pecho y lo miré a los ojos. Me atraía muchisimo a besarlo, pero antes de yo hacerlo él se anticipó.

- Te quiero, Rina- me susurró al oido.

"Yo también le quiero" pensé.

"No puedo decirselo, todavia no" dije en voz baja.

Nos quedamos dormidos el uno junto al otro sintiendo el calor de nuestros cuerpos.
Empezó a ponerse el sol. El cielo tenia un hermoso tono anaranjado. El parque empezaba a iluminarse, la fuente cambiaba los colores por momentos. Era todo una preciosidad.

Pasando el dia con Riky habia aprendido un nuevo sentimiento, tan hermoso, que ya sabia que hacer.

- Riky, me gustaria darte las gracias- sonrei- gracias a ti y a este fabuloso dia, he aprendido el significado de lo que sentia- añadi abrazándolo.

- Y, ¿qué has aprendido Rina?- dijo ruborizado por mis palabras.

- He aprendido lo que es amar, porque Riky...-detuve para coger aire- ¡Te amo!- grité.

Nos besamos en aquel hermoso atardecer y nos perdimos en nuestros besos.
Por fin le dije lo que sentia. Que lo amaba muchisimo y el nombre de este parque también me ayudó a comprender a mi corazón. Este parque será siempre un lugar especial para mi, porque aqui fui la mas feliz del mundo.


Espero que os haya gustado esta pequeña historia. :D

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